Ante el estancamiento de la Ley de Emergencia Financiera, en la Asamblea Legislativa Departamental, el gobernador de Tarija, Oscar Montes, anunció la aplicación de un plan de austeridad extrema.

“Ante la no aprobación de la ley, que seguramente va tomar su tiempo, o finalmente no se aprobará, pero lo que nosotros vamos a evitar es que esta Gobernación entre en déficit”, dijo Montes a tiempo de asegurar que actualmente el Gobierno Departamental está saneado, es decir, que no tiene deudas pendientes.

“No se debe un centavo a nadie (salarios y programas), sin embargo, la proyección de ingresos es dramática, ya que solo estimamos recibir 240 millones, de cuales aproximadamente 100 se van a ir para pagar deudas que hemos heredado, otros 60 millones se van para el funcionamiento y se necesitan unos 30 a 40 millones mínimo para hacer las labores de emergencia”, explicó, a tiempo de recalcar que restando lo mencionado, la Gobernación necesitaría 140 millones para pagar la canasta alimentaria, el Prosol, los ítems de salud y las asignaciones a los municipios.

El Gobernador reiteró que la Ley de Emergencia Financiera buscaba mantener los beneficios de los programas sociales para personas que realmente lo necesitan, una depuración que se pretendía hacer con la dirigencia de los sectores beneficiados.

Montes anunció que el plan de austeridad extrema se aplicará mediante decreto, que será presentado el miércoles 26 de marzo.

“Ese decreto implicará una nueva escala salarial, reducir al mínimo algunas unidades, vamos fusionar otras y en algunas se habrá que hacer el cierre temporal, para garantizar el funcionamiento de otras”, explicó la autoridad, a tiempo de reiterar que sólo se mantendrán cuatro secretarías y no descarta el cierre de algunas subgobernaciones.